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sábado, 18 de mayo de 2013

¿Por cuál lado sale realmente el sol?


INTRODUCCIÓN

Una de las ideas más comunes que niños y adultos tienen acerca de los fenómenos astronómicos cotidianos es aquella que dice que “el Sol sale siempre por el Este y se pone siempre por el Oeste”. Asimismo, cuando muchos docentes explican los puntos cardinales apoyándose en aquella idea, utilizan el siguiente procedimiento para determinarlos: “mirando de frente al lugar del horizonte por donde sale el Sol, ese lugar será el Este, la espalda indicará al Oeste, y los brazos uno al Norte y el otro al Sur”.

Pues bien, como sucede con tantas otras ideas que podemos hallar al trabajar en la enseñanza de las ciencias naturales, aquélla no refleja correctamente lo que ocurre en la realidad: prácticamente nunca el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste; ello sólo sucede dos veces por año, en los llamados “equinoccios”, cuando comienzan el otoño y la primavera (o viceversa, según el hemisferio terrestre). Año tras año, los días en que ocurren los equinoccios pueden variar levemente; en 1997 fueron el 20 de marzo y el 22 de septiembre. Huelga decir que entonces aquella metodología para determinar los puntos cardinales no es la correcta. Pero entonces, ¿por dónde sale y se pone el Sol los demás trescientos sesenta y tres días del año?


Los lugares en los que el Sol “toca” al horizonte (salida y puesta) se van corriendo, día tras día, dependiendo de la época del año, fenómeno fácilmente observable si se presta un poco de atención. Así, podríamos preguntarnos, además, ¿cuánto es lo máximo que se corre el Sol, es decir, cuán lejos del Este sale y cuán lejos del Oeste se pone? Además, ¿será este corrimiento el mismo para todos los lugares del planeta?

Trataremos de responder a estas preguntas desde dos perspectivas: la observacional, cotidiana y fácil de vivenciar, y la que nos brinda el estudio de estos fenómenos utilizando a la Astronomía de Posición.


LA OBSERVACIÓN Y EL REGISTRO DE SALIDAS Y PUESTAS DEL SOL


Si vamos mirando todos los días la puesta del Sol (lo mismo sería observar la salida, pero habría que levantarse más temprano que de costumbre), nos daremos cuenta de cómo se va corriendo y, una vez que comenzamos a prestar atención, notaremos que tal corrimiento es muy evidente, que el Sol se corre mucho día tras día. En esta época del año, el lugar de la puesta se va corriendo hacia el Sur, lo mismo que el lugar de la salida; esto implica que la puesta sucede cada vez más tarde y que la salida sucede cada vez más temprano; a este estado de cosas le llamamos habitualmente “Primavera” o bien que “estamos yendo hacia el Verano”.

Pero como sabemos que luego de la Primavera llegará el Verano y luego el Otoño y luego el Invierno, para nuevamente estar en Primavera y así indefinidamente, en algún momento el Sol dejará de correrse por sobre el horizonte cuando sale y se pone, como yendo hacia el Sur, para comenzar a moverse hacia el otro lado del cielo, yendo hacia el Norte.

El día exacto en que el Sol comienza su camino de regreso marca el comienzo del Verano, es el 21 de diciembre. Los antiguos griegos habían notado que, días antes y días después de esa fecha, el corrimiento de las salidas y puestas del Sol era muy pequeño y que justo en ese día parecía haberse quedado quieto, estacionario, por lo que llamaron a ese momento del año el “solsticio”, que significa justamente eso: “Sol estático”. La gente de campo en Argentina había notado lo mismo que los griegos y por ello acostumbran a decir, mirando día tras día los lugares sobre el horizonte de la salida o la puesta, que “el Sol se mueve a tranco de pollo” (muy poquito, en los solsticios) o “a tranco de gallo” (a grandes saltos, en las épocas intermedias o equinoccios). A la inversa, corriéndose hacia el Norte, hasta el máximo y luego de regreso, es cuando decimos que vamos desde el Otoño hacia el Invierno, en el solsticio de junio.

Del mismo modo observaríamos estos fenómenos en el Hemisferio Norte, aunque con las estaciones alternadas en las mismas fechas: el solsticio de diciembre marca el inicio del verano en el Hemisferio Sur y el inicio del Invierno en el Hemisferio Norte, etc.


¿CUÁNTO SE CORREN LA SALIDA Y LA PUESTA DEL SOL?

Cuánto está corrido el lugar por donde sale el Sol con respecto al Este y cuánto está corrido el lugar por donde se pone el Sol con respecto al Oeste en un determinado solsticio, depende del lugar de observación: específicamente depende de la “latitud” de ese lugar.

Cuanto más cerca del Polo Sur esté el lugar de observación, más corrido estará el lugar de la salida del Sol respecto del Este y lo mismo vale para la puesta respecto del Oeste. En la foto se puede ver cómo se corre el lugar de la puesta de Sol en Esquel (latitud = - 42º 55’), entre los días de equinoccio (20 de marzo y 22 de septiembre, en los que se pone exactamente por el Oeste) y los días del solsticio de junio y del solsticio de diciembre.

En esta latitud, el Sol se detiene en su camino hacia el Sur (en el inicio del verano) antes de llegar al Sureste en la salida y antes de llegar al Suroeste en la puesta; del mismo modo, en el inicio del invierno, el Sol se detiene en su camino hacia el Norte antes de llegar al Noreste en la salida y antes de llegar al Noroeste en la puesta. Como tantos otros fenómenos en la Naturaleza, ambos corrimientos respecto del Este, en las salidas del invierno y del verano, son totalmente simétricos (y lo mismo vale, por supuesto, para los corrimientos respecto del Oeste en las puestas, como puede observarse en la foto).

Cuanto más al Sur, más evidente es el efecto descripto; en Tierra del Fuego, el Sol en el solsticio de diciembre casi llega al Sureste y Suroeste; en la Antártida, sale y se pone muy cerca del Sur en el verano y sale y se pone muy cerca del Norte en el invierno. En los casquetes polares se llega al extremo de esta situación: en el verano el Sol directamente no se pone durante meses y, viceversa, en el invierno no sale durante meses.

Que el Sol salga y se ponga corrido respecto del Este y del Oeste trae diversas consecuencias en lo cotidiano, todas directamente relacionadas unas con las otras, día tras día durante las distintas épocas del año: variación en las alturas del Sol sobre el horizonte, variación en el largo de las sombras, variación en la duración del día y de la noche, distintas temperaturas medias en esos días; todos estos quizás sean los indicativos más evidentes de los cambios estacionales.

1 comentario:

  1. NECESITARIA UNA BUENA EXPLICACION ACERCA DE LA SALIDA Y PUESTA DEL SOL. LEI QUE SALE EN PUNTA RASA(San Clemente del Tuyú) Y ALLI MISMO SE PONE. SI APLICAMOS EL SENTIDO COMUN,SABEMOS QUE EL SOL SE PONE POR EL OESTE. SERA QUE ESTE FENOMENO SE PRODUCE SOLO EN ALGUN MOMENTO DEL AÑO?

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