Decir que el notable Albert Einstein era un mal estudiante, que suspendía todas las asignaturas, es algo que a mucha gente la gusta creer, puesto que de esta idea parece desprenderse que cualquiera que no haya sido aplicado en su juventud puede llegar a cambiar el mundo. Pero nada más lejos de la realidad: Albert Einstein era una buen estudiante. Ya hablamos hace unos días de una historia falsa que también llevaba un mensaje oculto.
Lo que ocurrió en realidad con esta idea de que Einstein era un mal estudiante es que, en realidad, inicialmente sus biógrafos así lo creyeron. Tal como nos explican en este post del blog Meridianos, sus biógrafos confundieron el sistema de calificaciones escolares suizo (que es donde Einstein estudió) con el alemán. Mientras que en Alemania las calificaciones iban del 0 al 10, en Suiza iban del 0 al 6. Si vemos uno de los documentos de notas originales de Einstein entenderemos la confusión.
Por supuesto, al no caer en el diferente rango de clasificaciones, los biógrafos creyeron que el gran Einstein había sido un estudiante mediocre, con incluso varios suspensos. Pero la realidad es que Einstein fue un buen estudiante. De hecho, fue el mejor estudiante de la escuela. Por tanto, no busquemos hacer de la anécdota una constante, una realidad. Hay casos, por supuesto, de malos estudiantes que luego han encontrado el camino para ser útiles a la humanidad, incluso para mejorar el mundo en el que vivimos, pero son una ínfima minoría.
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