Páginas

lunes, 3 de diciembre de 2012

La realidad de la ciudad llamada Springfield

Encontrar parecidos razonables entre Springfield, en Oregón, y su hermana de dibujos animados donde habita la popular familia Simpson es casi más una cuestión de fe que uno de esos casos televisivos basados en hechos reales.

La urbe, la de verdad, cuenta con 59.000 habitantes, casi el doble de la población estimada para la serie creada por Matt Groening, no dispone de una central nuclear y vive la mayor parte del año cubierta por nubes grises que dejan frecuentes lluvias, por lo que nada tiene que ver con el cielo azul de 'Los Simpson'.


Springfield, en Oregón, no ha sido repetidas veces amenazada por grandes catástrofes, carece de peces mutantes o payasos millonarios ni fue fundada por un antiguo pirata reconvertido en explorador, como pasa en la serie. Su mayor calamidad, como en otras muchas partes de EEUU, es el desempleo.


A diferencia de lo que ocurre en la escuela de Bart y Lisa Simpson, en el centro de Gelman se escucha el español por la megafonía y se trabaja por la tolerancia entre su multicultural alumnado con programas como "Use Another Word" y por aumentar el número de graduados, que "no es muy alto" dijo Gelman, con clases de refuerzo. "La ciudad realmente está tratando de cambiar. Creo que la gente tiene (malos) estereotipos y la serie a veces los refuerza", dijo Gelman.

Cierto es que en Springfield gustan los donuts, igual que en 'Los Simpson', como evidencia la presencia de varios establecimientos especializados en esa bollería, que existe un parque llamado Skinner, como el director del colegio de la serie, e incluso hay un bar que se inspiró la taberna de Moe de los Simpson.

El local, 'Max's Tavern', está realmente en Eugene, ciudad más grande y rica, técnicamente fusionada con Springfield, y es frecuentado por clientes de toda la vida y algunos estudiantes universitarios. "Viene mucha gente preguntando si esta es la taberna de Moe", aseguró la camarera Nichole Buckey quien se encogió de hombros ante la posible relación entre ambos bares. "No ha sido confirmado pero siempre se ha especulado sobre eso", declaró.

Más allá de una figura de Bart y otra de Burns perdidas entre una colección de trofeos y una imagen de Marge Simpson semidesnuda pegada en la puerta de un armario en el que se guardan juegos de mesa, nada en el local hace pensar en el programa de televisión.

Sin embargo, bastó poner el tema en la barra para que los habituales de la taberna comenzaran a debatir sobre las semejanzas con la serie, animados por los efectos del alcohol, en un ambiente que por momentos parecía sacado de un capítulo de la serie.

"Matt Groening bebió aquí", afirmó convencido un joven llamado Neil que decía estudiar comunicación y se afanaba en explicar que, en su estructura, el bar era igual que el de Moe y que Springfield era como en la televisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario