Como duermo en la oficina

Creo que todo mundo sintió alguna vez un sueño devastador en la oficina, ése que nos hace perder el conocimiento por algunos segundos (o minutos), que en ocasiones te olvidas dónde estás 
                                                                         Soluciones


La solución inmediata: una tacita de café. Pero a veces, ni eso ayuda, por lo que deberíamos recurrir al método convencional, pero de mayor efectividad para quitar el sueño: DORMIR!

A continuación 8 formas de dormir en la oficina:

1.- En el armario. Este método es bastante seguro. Podrías dejar una nota en el escritorio, informando que te fuiste a almorzar, así no habrá sospechas.

2.- Sobre el escritorio. Es la manera más sencilla. Este método es poco recomendable, ya que te podrían pescar fácilmente!

3.- Sobre un archivador (carpeta). Muy creativo y de rápida ejecución. Puedes trabajar y darte una siesta de algunos minutos con pocas probabilidades de que te pesquen.

4.- Píntate los ojos. Método un “poquito” ridículo, pero puede que funcione 

5.- En el baño. No voy a negar que este método me encanta, porque es el más seguro de todos. Puedes estar por algunos minutos (u horas) recuperando las fuerzas para seguir “trabajando” 

Hay dos formas de hacerlo:

a. Echado de espaldas

b. Utilizando una almohadita de emergencia 

6.- Debajo del escritorio. Es un método bastante extremo. Si te pescan, pueden echarte a palos del trabajo  jaja

7.- En la copiadora. Método bastante fácil, si es que tienes que sacar más de 100 copias.

8.- Sobre tu propio brazo. Todo el mundo pensará que estás pensando en detalles importantes para la próxima reunión, o que estás intentando solucionar algún problema importante en el trabajo. Tener precaución, ya que te pueden pillar si caes sobre la mesa 

Si ustedes conocen otro método, déjenlo en los comentarios, ya que con los mismos ayudaremos a recuperar las fuerzas a miles de “trabajadores” que pasan muchas horas en las oficinas, haciendo un esfuerzo brutal para que la empresa crezca… sin que a veces recibamos, por lo menos, las gracias.